La ley orgánica 2/2006, del 3 de mayo, de educación (LOE) regula la estructura y organización del sistema educativo en sus niveles no universitarios de los estudiantes de todo el Estado Español,  existiendo algunas diferencias en el desarrollo de esta ley en función de la capacidad e las diferentes Comunidades Autónomas para ajustar algunos aspectos del currículum y de la organización a la respuesta de sus necesidades particulares.

En ella se reiteran los principios y derechos reconocidos en la Constitución defendiendo la nueva ley de calidad con equidad para todos, insistiendo en el carácter inclusivo de la educación, en igualdad de trato y no discriminación de las personas bajo ninguna circunstancia. El sistema educativo español se organiza en etapas, ciclos, grados y niveles de enseñanza no universitarios, de forma que se asegura la transición entre los mismos y, dentro de cada uno de ellos. La educación primaria, 6-12 años, y la educación secundaria obligatoria (ESO), 12-16 años, constituyen la  educación básica, considerada obligatoria y gratuita para todas las personas; comprende diez años de escolaridad, y se desarrolla, de forma regular entre los seis y los dieciséis años. No obstante, los alumnos  tendrán derecho a permanecer en régimen ordinario cursando la enseñanza básica hasta los 18 años, cumplidos en el año que finalice el curso, en las condiciones propuestas por la LOE.

La ley también prevé que las enseñanzas del sistema educativo español de los niveles no universitarios se adaptan al alumnado con necesidades específica de apoyo educativo, de tal manera que se garantice el acceso, la permanencia y la progresión de este alumnado en el sistema educativo. Sin perjuicio de que a lo largo de la enseñanza básica se garantice una educación común para los alumnos, se adoptará la atención a la diversidad como principio fundamental. Cuando tal diversidad lo requiera, se tomarán medidas organizativas y curriculares de acuerdo con la presente ley (Hekademos, revistaeducativa digital, año III, nº6, p.6, agosto 2010)

El ministerio de España ha impulsado un plan estratégico de igualdad de oportunidades que consiste en dar las mismas oportunidades tanto a mujeres como  hombres en ámbitos laborales y en la vida social en general, visto que las mujeres salen más perjudicadas con respecto al salario que es un 22,9% inferior al del hombre, es mayor el desempleo para las mujeres por ejemplo solo un 16% de mujeres ocupan los puestos de los Consejos de Administración de las empresas del IBEX.

El plan está pensado para acabar con toda esta desigualdad mencionada  anteriormente y estas son algunas de sus propuestas y objetivos alcanzar: potenciar  la igualdad laboral de la mujer con especial incidencia en la lucha contra la discriminación salarial, apoya la conciliación y corresponsabilidad de la vida personal, 

familiar y laboral y erradicar la violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo.

Este plan va avanzando y proponiendo mejoras.

Avanza en participación ya que se propone el mismo número de oportunidades para  ocupar un puesto de trabajo tanto a hombres como mujeres.

Mejora la participación de las mujeres en el ámbito económico y social. Avanza en educación ya que se propone mayor incorporación de las mujeres a la Sociedad de la Información y formar a las mujeres en el uso de las TIC para evitar la exclusión digital.

Promover contenidos que promuevan la igualdad de oportunidades. Impulsa la igualdad de oportunidades en el sistema educativo ya que se propone fomentar la formación del profesorado en educación para la igualdad y la no discriminación, así como en la prevención de la violencia de género. 

Avanza en todas las políticas del Gobierno Integra el principio de igualdad de trato y de oportunidades en todas las políticas y acciones del Gobierno.

Es un plan enfocado a la igualdad de hombres y mujeres para que ambos puedan tener el mismo número de oportunidades y se pueda acabar con la superioridad del hombre en los ámbitos educativos, laborales y sociales del día a día, donde la mujer es la más perjudicada.

Empezaremos esta crítica definiendo lo que es igualdad:

 

“La igualdad de género es un principio constitucional que estipula que hombres y mujeres

son iguales ante la ley”

 

Tras leer el  I plan de igualdad podemos comprobar que hay muchos datos que dan a entender la desigualdad que hay actualmente entre hombres y mujeres. Las distintas datos estadísticos  muestran que los hombres ocupan cargos más importantes que las mujeres en las instituciones educativas, por ejemplo se muestra una feminización en la docencia en las etapas  de infantil y primaria pero en lo que respecta a puestos de dirección, aunque en el ámbito educativo sean las mujeres mayoría, se le deja este tipo de puestos a los hombres, lo que nos da a entender que todavía las mujeres están poco valoradas en sociedad. También se mantiene la diferencia entre hombres y mujeres en las titulaciones universitarias, ya que, como se puede observar, los hombres solo superan  las mujeres en ''técnicas'' las demás ramas hay mayor número de mujeres que de hombres. En la vida real, podemos observar que la titulación de pedagogía, por ejemplo abarca a más mujeres que hombres, al igual que en educación infantil, primaria.... Se observa, entonces, que sigue existiendo esa gran diferencia entre hombres y mujeres y lo peor es que esto se transmite a lo largo de las generaciones. La sociedad lucha por la incorporación total de la mujer en todos los ámbitos, pero ¿por qué existe diferencias en el salario entre hombres y mujeres? Haciendo el mismo trabajo que un hombre, existen

limitaciones en el salario e incluso en la incorporación a una empresa. Lo mismo en la violencia de género ya que son mujeres las que tienen mayor porcentaje de sufrir este tipo de agresiones. En conclusión, se tiene que luchar muchísimo más por la igualdad, pero esto no quiere decir que estemos mal encaminados, cada vez la mujer está adquiriendo una mayor importancia, pero es algo que en un futuro no debe sobrepasar al hombre, debemos de eliminar las barreras de la discriminación y del prejuicio para tener una sociedad más justa e igualitaria.