Inclusión en preescolar de un niño diagnosticado como "Autista de alto rendimiento"

07.05.2014 11:00
En busca de revistas científicas pedagógicas en la biblioteca de la Ugr encontramos diversas como por ejemplo;
 Pedagogía y Saberes, de la Universidad Pedagógica Nacional de la facultad de educación, el nº 26 del primer semestre de 2007.
Comunicación y pedagogía.
Novedades educativas, el nº 267 del año 2013.
Revista de atención temprana, el volumen 11, nº 1 y 2 del año 2011.
Revista española pedagógica, el nº 257 del año 2014.
En la revista Pedagogía y saberes encontramos un artículo que nos pareció muy interesante; Inclusión en preescolar de un niño diagnosticado como “autista de alto rendimiento”.
Este artículo trata sobre Miguel un niño de 4 años diagnosticado con un autismo de alto rendimiento, que fue ingresado en el Centro de Educación y Nutrición (CEN), estos son centros de atención infantil, los cuales brindan a los niños/as áreas de nutrición, educación, estimulación al desarrollo y servicios como la Atención y Protección de Infantes.
La población que atienden suele ser personas pobres o que se encuentran en situaciones de riesgo social. Estos niños son seleccionados y pueden ingresar en la CEN o al CINAI (Centros Infantiles de Atención Integral), a partir de aquí, la docente trabaja con el grupo o con el niño/a de manera individual y diseña un “plan remedial” en el cual plantea estrategias específicas para cada situación.
Gracias a este centro, y sobre todo a la señorita Sandra, la docente con la cual trabajaba Miguel, ha conseguido que Miguel en menos de tres meses pasara de no querer entrar a la clase, a no relacionarse con ningún adulto que no fuese su madre, su padre y su abuela materna,  a querer participar en juegos, a que el solo mostrara interés por lo que le llamaba la atención, a que comenzara a hablar, a que respondiera a preguntas como, ¿Miguel, qué haces?, a que le mostrara afecto a la señorita y que cuando tuviera que acercarse a algún adulto como por ejemplo un médico con decirle que era como la señorita Sandra, ya podía tener un contacto con el adulto.
La señorita Sandra ha llegado a conseguir con paciencia con respeto y espacio que Miguel se  comportase casi como un niño de 4 años que no tiene autismo.
En nuestra opinión esto demuestra que se puede llegar a conseguir lo imposible, con paciencia y seguridad de lo que se hace, que la señorita Sandra, es un claro ejemplo a seguir, puesto que consiguió lo que muchos temían como perdido, y pensaban que Miguel por tener ese grado tan alto de autismo no podría llegar a relacionarse con nadie.
 

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